Hace algunos años escuché hablar sobre Crecer con Futuro, y a través de ella descubrí una figura hasta el momento desconocida para mí: Familias Colaboradoras.
En muchas ocasiones me había cuestionado si las necesidades afectivas de esos niños y niñas podían cubrirse sólo con la atención de profesionales. Por otro lado, mientras comenzaba mi vida adulta fuera de mi ciudad de origen, el recuerdo constante de mi dulce infancia me hacía reafirmar esta duda, no puedo concebir mi infancia sin todo el calor que mi familia puso en mí, pues sin duda es la esencia de la adulta que soy hoy.
El concepto de Familia Colaboradora siguió latente durante muchos meses dentro de mí, pero mis dudas sobre si yo tenía un buen perfil, si necesitaría experiencia en la crianza o si debía tener una relación más estable me impedían lanzarme a comenzar. Afortunadamente conté con el gran apoyo de Crecer con Futuro, me guiaron y ayudaron a desmontar mitos y prejuicios sobre las Familias Colaboradoras. Así me adentré en una de las mejores decisiones de mi vida.
A los pocos meses de conocer a “mi querida petarda” cumplió 17 años y pude asistir a su graduación. Podía parecer poco tiempo, pero ya era incapaz de describir todo lo que habíamos construido juntas. Ella me ha enseñado que el amor es tan mágico que puede convertir a los desconocidos en familia. Ahora es parte de mi vida y soy una extensión de la suya. Me hace ver cómo esta relación complementa su adolescencia y como también crezco junto a ella.
Es muy complejo expresar una relación de amor tan inmensa, pero al menos espero haberos transmitido la importancia de las familias colaboradoras no sólo para el niño o niña, sino para los adultos que dan el paso, por el enorme enriquecimiento y satisfacción que produce contribuir en el desarrollo de una niña que se considera afortunada tan sólo por tenerte en su vida.
Ella sabe que siempre me tendrá es nuestro #contigohastalaluna que tenemos desde el principio. Tenía claro que este tipo de vinculación no era hasta la mayoría y ya ha cumplido 21 años. Parece que fue ayer cuando nos conocimos.
Es increíble cómo ha pasado el tiempo y lo adulta que se siente ya. Aunque sigue su esencia de puro corazón que a veces la hace aparentar menos edad.
¡Es tan única!