“¿Falta mucho para llegar?, pregunta nerviosa desde el asiento trasero del coche. No ha parado de hablar en todo el camino, saltando de un tema a otro mientras la observo por el retrovisor. No conoció la playa hasta que al entrar en el centro la llevaron a su primer campamento, en el que conoció a muchos más niños y niñas en la misma situación que ella, con 11 años. Me cuenta que le daba mucho asco la arena y que se asustó al ver tanta agua, pensando además que algún pez le atacaría. Cuando pienso que mis hijos han ido a la playa desde su primer verano me sorprende, y también tengo que decir, que me entristece, algo que a mí me parece tan simple y normal, para ella es un mundo. Quiere que en estos días que va a pasar con nosotros le enseñemos a nadar y sobre todo a bucear, quiere hacer castillos de arena y recoger conchas, siente que tiene mucho tiempo que recuperar. “
Las experiencias que nuestros niñas y niñas vivan con las familias colaboradoras, quizás supongan en muchas ocasiones una primera vez para ellas y ellos. Por los entornos de los que proceden y por las dinámicas de los propios centros de protección, las actividades en las que participan y llevan a cabo pueden verse muy limitadas. Esto deja de ocurrir en un entorno familiar. En el momento que se incluyen en una dinámica familiar, comienzan a abrirse a experiencias diferentes y en muchos casos novedosas, a las que habitualmente no tienen acceso. Sin embargo no es sólo lo que viven, sino con quién lo viven. El participar de entornos normalizados, en los que poder quitarse la etiqueta de menores de centro es muy enriquecedor a nivel emocional y experiencial. Compartir tiempo con personas ajenas al centro de protección, con otros niños y niñas que viven en otras circunstancias permite su amplitud de miras y romper con los límites que se han autoimpuesto sobre su futuro.
“La veo correr por la playa con mis hijos al atardecer y no puedo evitar sentirme tan feliz como ellos, es una suerte poder acompañarla en este camino, y a su vez, que ella nos acompañe en el nuestro”
Programa de Familias Colaboradoras
#FamiliasColaboradoras para #Crecercon Futuro
4 comentarios
Un artículo no solo precioso, sino cargado de positividad. Estos niños que no han tenido la suerte que merecen son enriquecidos por las familias colaboradoras…. Y viceversa! Enhorabuena por el trabajo que haceis.
Muchas gracias por tus palabras y por tu apoyo.
Me ha conmovivo este relato. Desde pequeño, aunque vivo en Madrid, he tenido un vinculo muy fuerte con el mar.
Mis primeros veranos los recuerdo en las playas de Fuengirola con mucha nostalgia, el viaje en coche cantando canciones de Maraia Dolores pradera nada menos, el saltar las olas con mi padre, bucear con él, montar una muralla alrededor de la sombrilla para evitar la marea, las tardes de paseo por Mijas viendo los burro taxi, comiendo churros en la plaza del pueblo, ver atardecer….
Luego con 14 años nuestro padre se marchó hacia la eternidad y mis veranos de adolescencia estarán para siempre vinculados con las payas de Cadiz , en concreto con la Paya de Regla en Chipiona. Alli comencé a salir por las noches, tuve mis primeros amores de verano, hice amigos que mas que amigos son ahora familia….. tanto que incluso mi reportaje de bodas lo hice en la playa de la Caleta y me casé en Utrera para que «los mios» pudieran estar cerca de mi en un momento tan especial ….
Por eso me ha conmovido el relato de una niña de 11 años. Me identifico con ella por ese viaje e coche y me entrenece el que tuviera miedo al agua. Recuerdo cómo mi padre me cogia de la cintura para hacerme saltar las olas mas grandes y como me enseñaba que si no se podia por arriba, bucear por debajo de las olas era la mejor opición.
Recuerdo como la famiilia se ponia en marcha como un relog sincronizado por mi madre, la directora de orquesta para bajar todos los bartulos, los bocadillos, las neceras, las sombrillas y que no faltara ningun detalle, como removia Roma con Santiago y hacia su pequeña huchita para que ya siendo mas mayores mi hermana y yo pudieramos tener juntos unas vacaciones mas que dignas sin que nos falta nada.
Por eso es tam importante el trabajo que hacéis. Porque estaís ayudando a transmitir unos valores y una situacion de normaldad en el ambito familiar personas que por diversos motivos no han tenido la posibilidad de vivir todo esto, de empaparse de una forma de vivir, de unos valores transmitidos y de un espejo en el que poder reflejarse e imitar. Algo fundamental según te haces mas mayor, Porque e definitiva, una persona se compone de su presente y de su pasado, y aquello que ha vivido y vive, se verá reflejado en su futuro.
Por eso en nombre de todos aquellos que estamos dispuestos a dar el paso y de todos aquellos que nos esperan con los brazos abiertos para beber de nosotor GRACIAS por l inmesa labor querealizais
Muchas gracias por tus palabras. Son muy emocionantes.
Darles todas esas pequeñas grandes vivencias es nuestro objetivo. Darles experiencias reparadoras e iguales a las que otras niñas y niños viven cada día.
Gracias por aportar tu testimonio. Todo suma para que sigamos visibilizando a esta infancia que vive muy cerca nuestra.