“Y sí, sigo aquí… Sin comerlo ni beberlo… Separada de mi familia, de mi barrio, de mi todo…
No entiendo muy bien qué hago aquí… Por qué estoy en un centro… Y busco y busco qué he hecho yo para merecer este castigo… Estoy harta de que me pregunten en el cole por qué estoy en un centro, qué he hecho… ¡La gente piensa que estoy aquí por mi culpa y no es así! ¡No es mi culpa!. ¡Yo no he hecho nada malo!
En el centro la psicóloga y los educadores intentan explicarme los motivos por los cuales no estoy con mi madre pero yo… Sigo sin entenderlo… Además, me cuesta mucho confiar en ellos… Mi madre dice que la junta tiene la culpa… Entonces, como voy a confiar en «los malos»?! Dicen que están aquí para cuidarme pero yo no me fío… Además, viene uno hoy, mañana otra, que si cogen una baja, que si se van de vacaciones… ¡Qué no hombre! ¡Que yo no me fío de nadie que después me dejan tirada como siempre…!
Los niños de centro no somos niños malos, no estamos aquí por nuestra culpa, no hemos hecho nada malo!! Solo que hemos nacido donde hemos nacido y ya está… Esa es la diferencia entre tú y yo… Cuestión de suerte…”
María,13 años. Vive en un centro de protección de menores desde que tenía 8 años.
¿Sabías que en Andalucía hay más de 2000 niñas y niños viviendo en centros de protección de menores?
-En Sevilla, 400 niños y niñas viven en centros de protección de menores.
-Los centros de protección de menores son una medida de PROTECCIÓN.
-Los menores que viven en centros no tienen la culpa de estar ahí.
-Los centros de protección de menores cubren sus necesidades básicas, los profesionales están cualificados e implicados, sin embargo la atención no es individualiza y no puede ofrecer el mismo entorno de calor y cariño que ofrece una familia.
Ir a: Capítulo 3: «Una Nueva Oportunidad»
Ir a: Capítulo 1. «Cuestión de Suerte»
#CrecerconFuturo #SalvandoEstrellas #FamiliasColaboradoras